04-11-2025 - 12:02 - vacuno
El plan de vacunación contra la dermatosis nodular bovina avanza en España y ahora se han añadido nuevas comarcas de Aragón y de la provincia de Lleida al radio de actuación como forma de prevenir la entrada de la enfermedad. El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha confirmado que "muchas" de las 400.000 primeras dosis disponibles ya han sido inoculadas y que la campaña se desarrolla en coordinación con las autoridades comunitarias y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).
Planas recordó que el primer foco de la enfermedad se detectó en la provincia de Girona el 3 de octubre y que la campaña de vacunación empezó el 9 de octubre en Cataluña, dentro de la zona de restricción establecida. Posteriormente, ante el riesgo de propagación, el Ministerio, junto con las comunidades autónomas de Cataluña y Aragón, decidió extender la vacunación a áreas libres de la enfermedad, pero próximas a la zona afectada, y solicitó a la Comisión Europea el correspondiente permiso. Es por ello que algunas zonas de Lleida y ciertas comarcas de Aragón también están ahora dentro de la zona de vacunación.
Planas precisó que, como consecuencia de administración de la vacuna, se produce automáticamente un falso positivo por parte de la Comisión Europea, lo que obliga a mantener un “momento de estricto control” en las zonas donde se desarrolla la campaña. En este contexto, insistió en la necesidad de preservar el estatus sanitario y comercial del sector agroalimentario español, que “tiene una cifra récord de exportación agroalimentaria, más de 77.000 millones de euros en un año, consecuencia del estatus de calidad, pero también de seguridad”.
El MAPA ha adquirido más de un millón de dosis, de las cuales ya dispone de casi 400.000 —el resto llegará antes del 20 de noviembre—, y tramita la compra de otras 500.000. El objetivo es proteger al ganado y evitar la expansión del virus, que no afecta a las personas pero sí tiene importantes consecuencias económicas para el sector bovino.
Mientras avanza la vacunación, las organizaciones ganaderas reclaman una mayor flexibilidad en las medidas de control y prevención. En Cantabria, los productores han pedido que la categoría de la enfermedad se rebaje de A a B, lo que permitiría suavizar las restricciones al movimiento de animales. También solicitan la creación de más puntos de desinfección de vehículos destinados al transporte de ganado vacuno y la posibilidad de relajar las normas “cuando sea posible”.
La enfermedad ha obligado a suspender temporalmente las ferias de ganado en la región. En el Mercado Nacional de Ganados Jesús Collado Soto, en Torrelavega, su director, el veterinario Isaac Bolado, explicó que las medidas de bioseguridad establecidas por la Consejería de Ganadería implican mantener cerrado el recinto hasta final de año. Las instalaciones, que normalmente reciben entre 1.500 y 1.600 animales por semana, se utilizan ahora como punto de desinfección de vehículos de transporte de ganado, durante el mes en que permanecerá inactiva la compraventa.
Francia ya confirmó previamente varios focos de dermatosis en la zona oriental de los Pirineos. Sin embargo, con el cierre de todo el país a la exportación des del pasado 18 de octubre y la evolución favorable de la enfermedad, ahora se ha dado el visto bueno a la reanudación de estas exportaciones de ganado bovino desde el pasado 1 de noviembre. A pesar de que estos movimientos estarán sujetos a ciertas condiciones y de que solo se harán desde zonas libres de la enfermedad, la noticia ha sido tomada con miedo y preocupación por los ganaderos cántabros, que piden que se mantenga el cierre de las fronteras de España con Francia.
La dermatosis nodular bovina es una enfermedad vírica transmitida principalmente por insectos que afecta exclusivamente al ganado bovino. Provoca fiebre, lesiones cutáneas y pérdida de peso, leche y fertilidad en los animales infectados. Aunque no representa riesgo para la salud humana, genera graves perjuicios económicos y restricciones comerciales.
El Gobierno confía en que la combinación de la vacunación, el control del movimiento de animales y las medidas de bioseguridad permitan contener la enfermedad. Sin embargo, los ganaderos advierten de que, junto al control sanitario, será necesario establecer ayudas económicas y logísticas que compensen las pérdidas derivadas de la suspensión de ferias y de las limitaciones al comercio.