29-05-2025 - 14:00 -
La justicia estadounidense ha dictaminado que el presidente Donald Trump se excedió en sus competencias al anunciar una nueva política arancelaria a principios de abril bajo el nombre de “Día de la Liberación”. Según la sentencia, estas medidas son inconstitucionales y el tribunal ha concedido un plazo de diez días al Ejecutivo para aplicar los cambios necesarios que permitan cumplir con la orden judicial y detener su implementación.
La sentencia hace referencia a los llamados “aranceles recíprocos” impuestos por el presidente de EE.UU. bajo el pretexto de tratarse de una “emergencia nacional” para así hacer uso de la Ley de Poderes Económicos en Emergencias Internacionales de 1977. Estos gravámenes afectaban a decenas de países —incluidos México, Canadá y China—, aunque estaban en gran parte en pausa mientras se desarrollaban negociaciones bilaterales. En cambio, la resolución judicial no afecta a los aranceles sectoriales o específicos sobre la industria de automóviles, acero y aluminio, que se impusieron invocando una ley distinta, u otras con las que Trump ha amenazado a sectores como el farmacéutico o el tecnológico.
Tras darse a conocer la noticia, un portavoz de la Casa Blanca, Kush Desai, ha anunciado que el Gobierno estadounidense recurrirá la decisión judicial. En declaraciones a medios locales, Desai ha señalado que “no corresponde a jueces no elegidos decidir cómo abordar adecuadamente una emergencia nacional”, en alusión a los argumentos utilizados por la administración Trump para justificar la imposición de aranceles.
Desde el sector agroalimentario europeo, se observa con cautela pero optimismo este giro judicial, ya que la anulación de estas medidas podría facilitar la normalización de las relaciones comerciales con Estados Unidos y aliviar la presión sobre exportaciones clave como el aceite de oliva, el vino, los quesos o las carnes curadas.
En este sentido, la Unión Europea confía en que esta decisión judicial contribuya a recuperar un marco comercial basado en reglas, estabilidad y menor incertidumbre arancelaria. Las organizaciones del sector agroalimentario han recordado que las medidas arancelarias han afectado especialmente a pequeñas y medianas empresas, reduciendo su competitividad en el mercado estadounidense y dificultando su acceso a uno de los principales destinos de exportación.